Escribe todos los diálogos antes que el guion
7 técnicas para escribir diálogos (3 de 7)
Se suele decir que «el personaje es lo que hace, no lo que dice». ¿Realmente? Es una de esas «verdades» del guion que deberíamos cuestionar. Por lo general, conocemos a los personajes a través de lo que dicen, al igual que conocemos a las personas mediante nuestras interacciones verbales con ellos.
Consideramos a nuestro cuñado como un misógino, a nuestro colega de trabajo como un sinvergüenza y a nuestra tía del pueblo como un alma cándida por sus palabras. No pensamos que nuestro cuñado finja su desacuerdo con el movimiento #MeToo. ¿Qué ganaría con ello?
El poder de los diálogos de segunda mano
Igualmente, cuando una amiga nos habla sobre su semana, creamos una imagen mental de las personas que menciona, personas que no conocemos, a través de los diálogos que reproduce. Por ejemplo:
«Mi madre me llamó anoche y me dijo: “¿Vas a venir a cenar?” Y le digo que no, que es muy tarde. «Es que he hecho un kilo de carne con tomate y lo voy a tener que tirar"».
«Estoy agobiada en mi mesa y va mi jefe y asoma la cabeza: “A ver, Susana... ¿Me explicas estos 2 euros por una grapadora?”».
«Mira, ayer llego a mi casa y veo a mi marido probándose un chándal, el primero en su vida, y me dice: “Quiero hacer la maratón. Voy a entrenar por las tardes. Te vas a tener que encargar de recoger a Cintia del cole”».
Si confiamos en la honestidad de nuestra amiga, es probable que consideremos que la madre es manipuladora a través de la comida, el jefe autoritario y el marido egoísta, basándonos en las palabras que ella misma cita de los personajes mencionados. Esto ilustra cómo los diálogos pueden revelar aspectos de las personas y, por supuesto, de los personajes.
Esta forma de componer a los personajes ya era habitual en las novelas epistolares. En la novela Drácula de Bram Stoker, conocemos las palabras del vampiro a través de diarios y cartas donde se le menciona.
Comenzar por los diálogos al escribir un guion
Por tanto, si nuestro guion trata sobre personajes más que sobre peripecias, comenzar a escribirlo a través de los diálogos es una opción válida, no importa lo que digan los manuales tradicionales y las escuelas de guion. Esta práctica ha sido respaldada por Orson Welles y Quentin Tarantino.
La técnica de Orson Welles y de Quentin Tarantino
Orson Welles dijo a Henry Jaglom para su libro Mis almuerzos con Orson Welles:
«Conozco la teoría de que la palabra es secundaria en el cine, pero el secreto de mi trabajo es que todo está basado en la palabra. Siempre comienzo con el diálogo. Debo saber lo que dicen los personajes antes de verlos hacer lo que hacen».
Tarantino, por su parte, compartió su ritual de escritura en una entrevista incluida en el libro Entrevistas a directores de Gerald Peary. Según sus propias palabras:
«Compro un cuaderno con ochenta o cien páginas. Me digo: Ok, este es el cuaderno que voy a escribir Pulp Fiction o lo que sea. También compro tres rotuladores rojos y tres rotuladores negros. Es un ritual. Es psicología. Siempre digo que no puedes escribir poesía en un ordenador, pero puedo llevar el cuaderno a todas partes (…) Nunca parece un guion. Parece el diario de Richard Ramirez, el diario de un loco».
Estos cineastas prueban que el enfoque inicial en los diálogos puede ser una herramienta poderosa para los guionistas en la creación de historias auténticas y convincentes, sin menoscabo de lo visual.
Cómo comenzar
Comenzar puede parecer simple: si tienes una idea y visualizas a tus personajes, ponlos a hablar entre ellos. Ahora no importa que hablen en el aire. Tampoco importa si las primeras conversaciones son triviales. Explora. A medida que escribas profundizarás en los personajes a través de sus propias palabras. Más adelante, podrás ubicarlos en una escena con los diálogos refinados o eliminados, según lo exija el guion. O, tal vez, quieras seguir el estilo de Hitchcock, manteniendo diálogos aparentemente triviales sobre el pollo frito o sobre horarios de trenes mientras las imágenes revelan los verdaderos deseos de los personajes.
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¡Gracias por estos posts! Esperaba con ganas el siguiente.
Personalmente me gusta mucho cuando se utiliza el discurso de un personaje para mostrar luego que es totalmente falso, ya que resulta ser un hipócrita, un cobarde, o incluso un psicópata.
Pero, sobre todo, me encanta cuando un personaje se define con pocas líneas de diálogo. Es magia.